Cuidado de heridas
La prevención de heridas es un proceso complicado afectado por numerosos factores que interactúan. Estos factores pueden ser intrínsecos o extrínsecos e incluyen: la salud personal, el estado de la piel y las heridas, las preocupaciones ambientales y la disponibilidad y el acceso a los recursos. En combinación, estos factores pueden tener un impacto profundo en el desarrollo de heridas y pueden retrasar o incluso detener el proceso de curación.
Los profesionales de la salud pueden brindar apoyo para la prevención de heridas y optimizar la capacidad del cuerpo para regenerarse en caso de haber heridas existentes.
Ciclo de prevención y tratamiento de heridas
1. Evaluar y revaluar
Este paso inicial es la base del plan de atención médica. La evaluación comienza tan pronto como el paciente es atendido por un profesional de la salud y esta incluye: estado de salud general, incluida la salud física, el estado emocional y el estilo de vida; el estado ambiental, incluido el nivel socioeconómico, el entorno de atención y el potencial de autogestión; y el estado de los sistemas, incluidos los apoyos sanitarios disponibles para el paciente. Cada uno de estos factores debe examinarse utilizando herramientas de evaluación de pacientes estandarizadas y validadas, así como documentarse adecuadamente.
2. Establecer metas
Después de la evaluación, el médico debe trabajar junto con el paciente para establecer metas individualizadas relacionadas con la salud. Si no hay heridas presentes, el objetivo principal debe ser la prevención de rotura de la piel. En el caso de haber, las metas deben basarse en el estado de la herida como curativo, no curativo o no curable. Es importante recordar que el cierre de heridas no siempre es el objetivo principal. De igual forma, el control de los síntomas y los factores de calidad de vida pueden ser de mayor importancia para el paciente y el médico.
3. Reunir al equipo
Una vez que se han establecido las metas adecuadas, los profesionales de la salud deben identificar a los miembros del equipo necesarios. Es importante que se aseguren de que el paciente cuente con el apoyo de profesionales sanitarios, familiares y cuidadores. Asimismo, los miembros del equipo deben seleccionarse en función de las necesidades del paciente y su capacidad de cubrir una amplia gama de especialidades según el riesgo de la persona de sufrir heridas o las causas de la herida.
Algunos posibles miembros del equipo pueden incluir: médicos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, ortopedistas, dietistas, podólogos, trabajadores sociales, proveedores de atención espiritual, terapeutas recreativos, farmacéuticos, enfermeras practicantes, terapeutas enterostomales y psicólogos. Los proveedores de servicios, como los ajustadores de zapatos, los repartidores, las amas de casa, los sastres, los especialistas en asistencia médica y los proveedores de transporte, también deben incluirse en el equipo. Debido a que el paciente, así como varios profesionales no sanitarios, participarán en la atención.
Asegúrate de que la comunicación del equipo con el paciente se lleve a cabo teniendo en cuenta su edad, discapacidades, cultura y preferencias.
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4. Establecer e implementar el plan de atención
Una vez que los miembros del equipo estén reunidos, es momento de implementar un plan de atención personalizado. El plan de atención debe basarse en pruebas y debe modificar o corregir cualquier causa o cofactor identificado durante la evaluación. Los médicos también deben considerar formas de reducir el riesgo de rotura de la piel. Pueden incluir intervenciones como dejar de fumar, apoyo nutricional o manejo del edema de la pierna, descargar dispositivos, girar y cambiar de posición.
Si hay una herida, se considera limpiarla, desbridarla, controlar el equilibrio bacteriano o controlar el equilibrio de la humedad. Sin embargo, es importante tener en cuenta el uso de apósitos o someterse a terapia avanzada de acuerdo al tipo de herida, su curabilidad y los objetivos del paciente. Durante la implementación del plan de atención, es importante que todo el equipo participe y que exista una comunicación significativa para garantizar que la atención se brinde de manera uniforme en todos los aspectos.
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5. Evaluar los resultados
Una vez que se ha implementado el plan de atención, es importante evaluar si se están cumpliendo los objetivos. En caso de ser así, se debe implementar un plan de sostenibilidad para garantizar la prevención de nuevas lesiones cutáneas y la cicatrización continua de las heridas.
Las estrategias de autocuidado deben volver a abordarse antes del alta de los servicios de atención médica para garantizar que el paciente pueda mantener los resultados que se han logrado. Si no se cumplen los objetivos, los médicos deben volver al primer paso, revaluar todos los factores del paciente, el entorno, el sistema y la herida que aún deben abordarse para eliminar las barreras y cumplir los objetivos de la atención.
La práctica del cuidado de heridas continúa evolucionando a medida que se aprende más sobre el proceso de curación y se desarrollan mejores productos y técnicas para prevenir y tratar lesiones.
Los profesionales de la salud deben mantenerse actualizados para ofrecer a sus pacientes la mejor atención posible.
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